Roberto Carlos da Silva, ex jugador brasileño del Real Madrid, hizo el saque de honor del partido que disputan el conjunto blanco y el Levante y fue ovacionado por el público del estadio Santiago Bernabéu.

Los aficionados aplaudieron y corearon durante tres minutos el nombre de uno de los futbolistas más queridos en los últimos tiempos en la institución merengue.

Antes del inicio del encuentro, Roberto Carlos, ahora jugador y entrenador en el Anzhi Majachkalá de la Primera División rusa, saltó al césped para recibir de manos del presidente Florentino Pérez una réplica de la estatua de los ex futbolistas Sotero Aranguren y Alberto Machimbarrena.

La figura se encuentra en la entrada del vestuario merengue y homenajea a los dos jugadores de origen donostiarra que militaron el Real Madrid de principios del siglo veinte.

Ambos fallecieron a una edad muy temprana (a los 28 y 35 años respectivamente) y se convirtieron en un símbolo dentro del estadio Santiago Bernabéu. Los futbolistas blancos, antes de los partidos, pasan su mano por la estatua para tener suerte durante todos los encuentros que disputan.

Después de recibir ese presente, Roberto Carlos, que anunció su retirada del fútbol cuando finalice esta temporada, hizo el saque de honor entre la ovación de todo el público de un estadio que disfrutó del lateral entre las campañas 1996/97 y 2006/2007. En aquellos años, ganó cuatro Ligas, tres Supercopas de España, tres Ligas de Campeones, una Copa Intercontinental y una Supercopa de Europa.

Roberto Carlos aseguró que el entrenador del conjunto blanco, el portugués José Mourinho, le dijo, antes del comienzo del encuentro ante el Levante, que se iba a quedar en el club la próxima temporada.

"Me ha dicho que tiene contrato en vigor y que se queda. Yo le he dicho que si cambia de opinión hay un equipo que estaría esperándole con las puertas abiertas (sobre el Anzhi ruso en el que él juega). Es que es el mejor entrenador del mundo", dijo a las cámaras de Canal Plus.

También habló sobre la situación de la Liga española, que lidera el Real Madrid, y declaró que la diferencia con el Barcelona -siete puntos a falta de la conclusión del encuentro con el Levante- "son demasiados", aunque dejó claro que su exequipo tiene que "seguir jugando de la misma manera" para optar al título.